Queremos compartir con todos vosotros el micro ganador de este reto:
Perder el alma sin saberlo.
Víctor González
Extrañamente y contraria al sueño ilusionado de sus hijos, que plácidos aguardaron los juguetes aquella mañana de reyes, Nuria pasó la noche inquieta. Tras colocar todos los regalos sobre la mesa y el sofá del salón, con el frío calado hasta los huesos se acostó tiritando.
Apenas había amanecido cuando Carlitos se deslizó hasta su cama para pedir permiso, y entrar así en el salón antes que su hermana. Encontró a su madre pálida y demacrada, aunque apenas reparó en otra cosa que en la consecución del pasaporte a las novedades.
Gritos de alegría y amalgama de cajas y papeles de colores vivos, dieron al fin paso al roscón de reyes con su taza de chocolate caliente.
Cuando Nuria sacó de entre la nata de su pedazo la sorpresa, un mal presentimiento se cruzó en su mente. Al desenvolverla del plástico un escalofrío encendió una luz roja frente a sus ojos. Le había tocado la figura de un vampiro.
Extrañamente y contraria al sueño ilusionado de sus hijos, que plácidos aguardaron los juguetes aquella mañana de reyes, Nuria pasó la noche inquieta. Tras colocar todos los regalos sobre la mesa y el sofá del salón, con el frío calado hasta los huesos se acostó tiritando.
Apenas había amanecido cuando Carlitos se deslizó hasta su cama para pedir permiso, y entrar así en el salón antes que su hermana. Encontró a su madre pálida y demacrada, aunque apenas reparó en otra cosa que en la consecución del pasaporte a las novedades.
Gritos de alegría y amalgama de cajas y papeles de colores vivos, dieron al fin paso al roscón de reyes con su taza de chocolate caliente.
Cuando Nuria sacó de entre la nata de su pedazo la sorpresa, un mal presentimiento se cruzó en su mente. Al desenvolverla del plástico un escalofrío encendió una luz roja frente a sus ojos. Le había tocado la figura de un vampiro.
Si en sí, es un regalazo para los sentidos pasarse por aquí y ver los maravillosos cambios que está haciendo El Bardo, más aún es ver su entusiasmo y que su trabajo nos permita leer y saborear cada sensación en cada letra y palabra del maravilloso micro con que Víctor ganó. Disfrutad de la lectura, porque bien lo merece.
ResponderEliminar