De la cena aquella conservaba tres cosas; la nota del restaurante. Y todo a media luz, el recuerdo del escote de su espalda mientras se marchaba, y una hoja de su pequeña agenda, en la que ella le escribió cinco versos.
No vuelvas a besar mis labios,
como si estuvieran manchados de mierda.
No los ensucies tu, con tu desprecio contenido,
y olvida que una vez te lo di todo.
Eres un hombre necio, yo una mujer libre.
Hoy sabe que rodaría la vida por volver a besar aquellos labios.
Víctor ha dado el paso de gigante lanzándose al vacío y nos invita a leer este microrrelato que mezcla prosa y poesía. Seguro que os encanta. Un abrazo.
ResponderEliminarSíii, me gustó. Un placer conocerle.
ResponderEliminarQué tristes que son a veces las cosas del amor, (si es que se puede decir que existe hoy en día).
Un saludito.
Enhorabuena Víctor!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Muy bueno!
1saludo a tod@s!
Darka.
El placer es m´´io Esther, lo he traido de mi blog con la ayuda de Rebeca que amablemente me ha puesto los acentos , ya ves lo que pasa con mi teclado. Gracias Rebeca.
ResponderEliminarAbrazos a ambas.
Gracias a tí también Darka Treake. Ya veis que lo de tal tildes está resuelto. Esa electrónica perversa.
ResponderEliminarClick to see the code!
Para insertar un emoticono has de dejar un espacio previamente al código.